En un momento dado, el movimiento de la piedra superior comienza
a costar progresivamente mayor esfuerzo. Es señal de que el abrasivo se está
gastando, la humedad desaparece y las piedras comienzan a pegarse. Es preciso
levantar la piedra superior (debe ser movida corriéndola hacia un lado) lavar
ambas piedras con agua abundante , bajo el grifo de la pila y con esponjas
limpias, y escurrirlas y tras comprobar el efecto del graneado renovar agua y
abrasivo en la misma cantidad que al comienzo y repetir la operación varias
veces.
Cuando hablamos de “granear” la piedra nos referimos a la
acción de desbastar, el grosor de la
placa de piedra, y además al acondicionamiento del grosor del grano de su
superficie para que pueda ser dibujada.
Granear la piedra implica ,pues, hacer desaparecer cualquier
resto de imagen anterior y por tanto, cualquier resto de sustancias grasas
integradas en la piedra por efecto del propio proceso litográfico.
La pila de graneado.-
La necesidad de agua
corriente condiciona que la operación deba ser realizada en la pila de graneado
.La pila de graneado debe tener un ojo amplio o mejor más de uno con unos
puentes o rejilla gruesa de madera, protegida de la humedad , que soporte las
piedras y su movimiento firmemente. También , un desagüe de suficiente diámetro
que garantice la eliminación de residuos.
Abrasivos.-
El abrasivo es el
elemento que interpuesto entre las piedras y por el movimiento de estas
produce, mezclado con agua, la erosión y el desbastado de sus superficies hasta
hacer desaparecer toda una fina capa de la piedra que contiene los elementos
grasos, la imagen, y los elementos hidrófilos, de un dibujo y proceso
anteriores.
Los abrasivos pueden
ser de varios tipos:
- El Carburo de Silicio o “carborundo” es un producto
artificial, muy duro, con aspecto de polvo gris metálico, que se obtiene
calentando en horno eléctrico una mezcla de arena de Silicio y Coque Despues
del diamante es el más duro de los abrasivos conocidos.
Se empieza el graneado con los calibres más gruesos de
material abrasivo. Un calibre grueso de
carburo puede ser desde un 60 o 70. Un procedimiento standard puede ser empezar
por uno de esos calibres hasta que el dibujo anterior haya desaparecido de la
piedra y ha sido reemplazado por su imagen negativa.
Para lograrlo, el desplazamiento de la piedra superior debe
abarcar la totalidad de la superficie de la piedra inferior con uniformidad y
con recorridos bién repartidos. Un movimiento típico es el que hace describir a
la piedra superior un trayecto en forma de ocho (8) sobre la inferior. Un doble número de pasadas por el centro de la
piedra puede condicionar , sin embargo, un graneado más rápido en esa zona y
finalmente también una depresión en la piedra. Es habitual ver un círculo blanco
en medio de la imagen antigua al empezar el graneado. Este problema puede ser
compensado a base de movimientos circulares en la periferia de la piedra y de
menor diámetro en toda su superficie.
Será preciso renovar el abrasivo un número de veces y
proceder al lavado a conciencia de la piedra, ya que restos de granos más
gruesos o partículas de piedra pueden producir rayados. Por tanto los distintos
calibres de abrasivo deben ser guardados con gran cuidado en su separación.
La velocidad de desaparición de imágenes viejas en las
piedras al granearlas depende también, entre otros factores, al tiempo que esas
imágenes hayan permanecido sobre las piedras. La grasa de imágenes anteriores
penetra en el poro de la piedra poco a poco y su grado de penetración será
mayor cuanto mayor sea su permanencia en ella. por tanto, costará más tiempo y
trabajo granear una piedra cuya imagen es vieja que otra con una imagen
reciente.
Como se ha explicado, desaparecida la imagen vieja por
completo el graneado continua con un calibre bastante mas fino. Se trata de
producir una superficie mucho más lisa que acepte calidades de dibujo mucho mas
detalladas y matizadas. Hay que granear con un calibre de 180 a 220. Ello suele
ser suficiente para la mayoría de los trabajos. La diferencia de textura y de
grueso de grano en la superficie de la piedra podrá apreciarse a simple vista.
Rayados.-
El riesgo de rayado de las piedras es mucho mayor en el
momento en que se cambia el calibre del abrasivo por uno más fino para alisar
el grano de su superficie. Es frecuente que mezclados con los granos finos del
nuevo calibre queden restos de abrasivo grueso en las aristas de las piedras o
en las esponjas de lavado. La diferencia de presión que ejerce un grano grueso
con respecto al soporte general de los granos finos raya las piedras.
Cuando la piedras está graneadas se lavan y se escurren con
una esponja limpia. No interesa dejar secar las piedras encharcadas porque los
residuos del graneado podrían estorbar después el dibujo. A partir de este
momento convendrá no tocarlas o en todo caso sino muy levemente y con los dedos
limpios y secos. Cualquier mancha de grasa o sudor, aun invisible ahora, podrá
reaparecer más tarde como imagen tras el proceso y el entintado.
Aristas.-
Las aristas de la piedra deben ser ahora cuidadosamente
redondeadas con una lima gruesa, por ejemplo, (también piedra pómez o un trozo
de piedra). No se trata de producir un bisel plano sino de redondear la arista.
En este punto las piedras deben ser comprobadas para
determinar si su superficie está verdaderamente nivelada. Un graneado
incorrecto puede dar lugar a piedras concavas, con depresión en su centro o a
piedras convexas, deprimidas en sus bordes. Las piedras que tienen depresiones
o son más gruesas por uno de sus lados darán estampaciones desiguales, intensas
en unas zonas y faltas de presión en otras.
No son tampoco infrecuentes piedras graneadas en declive,
más gruesas en un lado que en otro, lo que implica un aumento o disminición
progresivos de presión en la estampación, según esté colocada la piedra de un
lado o de otro. En el primer caso, la presión de la prensa va aumentando
durante la estampación hasta que no es posible continuar, a riesgo de partir la
piedra, y la estampa queda a la mitad, perdiendose. En el segundo, la presión
disminuye con lo que parte de la estampa queda pobre y estropeada. Una solución
de urgencia consiste en colocar la piedra de lado en el carro de la prensa
puesto que la cuchilla, móvil y articulada en torno a un único eje central,
girará y se adaptará al ángulo del plano de la piedra, y con todo, el problema
puede todavía estribar en que tal vez no existan en esos lados márgenes en la
piedra para apoyar la cuchilla de la prensa.
Tomado de http://sobrelitografia.blogspot.mx/p/tecnica.html
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